El gran auge del comercio electrónico, exige también un control para el consumidor, saber dónde compramos, a quién, cómo pagamos de manera segura, la recepción correcta del pedido, dónde puedo reclamar, etc.

Ya sea una compra sospechosa en tu tarjeta, un mensaje extraño pidiendo tus datos o una oferta que parece 'demasiado buena', es importante estar preparado. No te asustes: aquí te dejamos una guía clara y sencilla con los pasos que debes seguir si te encuentras en esta situación.

Antes de navegar en alguna página, debes comprobar que es segura, especialmente si la acción implica facilitar datos personales. El objetivo es evitar riesgos como:

• Acabar en webs fraudulentas que suplantan la identidad de empresas y servicios conocidos.

• Comprar artículos falsificados a precio de originales.

• Ser víctima de virus o fraudes que facilitan el robo de dinero y datos personales.

Tu mapa de 6 pasos infalibles para proteger tu dinero: desde aprender a prevenir fraudes hasta saber exactamente cómo actuar y dónde acudir si algo sale mal. Porque tu tranquilidad financiera no es cuestión de suerte, sino de acciones inteligentes.

Las contraseñas son las llaves de acceso a tu información personal, en caso de que algún extraño las obtenga podría ocurrir lo siguiente:

• Suplantar tu identidad en redes sociales

• Revisar correos personales

• Accesar a tus servicios de banca electrónica

• Realizar compras a través de tus cuentas bancarias

WhatsApp y el resto de aplicaciones de mensajería instantánea incorporan muchas funcionalidades: enviar/recibir mensajes de texto, vídeos, fotos, entre otras, y como tal están expuestos a los mismos riesgos asociados a otros servicios de internet como: spam, timos, estafas, malware, etc.

El uso masivo de tecnologías de la información y comunicación (TIC's) ha incidido en la posibilidad de comunicar, compartir y utilizar datos personales de forma rápida, masiva y continua, lo que ha generado una tendencia creciente en el uso de datos personales.

En este sentido los datos personales se convierten en un activo de información que genera un valor especifico.

Los cambios de humor o de estado de ánimo en los niños puede deberse a varios factores, como el estrés emocional que provoca la visualización de contenidos que no son apropiados para su edad.

También, son vulnerables a otorgar sus datos personales, los de su familia o amigos.

Es importante contar con una contraseña segura, ya que en caso contrario, cualquier persona con tu dirección de correo electrónico podrá acceder a tu cuenta para leer, modificar y borrar información, enviar emails en tu nombre y cambiar las opciones de privacidad.

Los servicios de almacenamiento en la nube te permiten acceder a tu información desde cualquier lugar y dispositivo. Sin embargo, estas ventajas se pueden convertir en inconvenientes si no tomas las medidas de privacidad adecuadas.

Uno de los potenciales riesgos a los que nos enfrentamos en internet, es el phishing.

Esta técnica es utilizada por ciberdelincuentes para obtener información personal y bancaria de las personas, al suplantar una entidad legítima como puede ser un banco, red social o entidad pública.

Uno de los principales motivos para proteger nuestros dispositivos móviles es salvaguardar nuestra información personal (contactos, fotografías, vídeos, correos electrónicos, etc.) y la de personas con las que nos comunicamos; y que no nos gustaría perder o que cayesen en manos de terceros.

Aprende a usar cajeros automáticos con seguridad, detectar alteraciones en sucursales y sacarle provecho a tu tarjeta de crédito sin riesgos. ¡Te contamos cómo en esta guía práctica!

Antes de proporcionar tus datos personales, deberás analizar quién los solicita, para qué y si es necesario que cuenten con esta información.

La información que te pueden solicitar para suscribirte a una página web de compras, nunca será la misma que para contratar un seguro médico.

El robo de identidad tiene lugar cuando una persona mal intencionada utiliza la información personal de la víctima para cometer un fraude u otros delitos, por ejemplo hacer compras con la tarjeta de crédito de la víctima, abrir cuentas a nombre de la víctima, solicitar servicios, entre muchos otros.